Chucrut de repollo morado: el alimento que refuerza tu sistema inmunológico

¡Hacer chucrut en casa es más fácil de lo que imaginas! Con esta receta amigable te aseguro que obtendrás un delicioso fermentado casero para acompañar tus comidas.

¿Por qué deberías consumir chucrut?

Al ser un alimento fermentado, aporta probóticos que ayudan a mantener una flora intestinal saludable y refuerza el sistema inmunológico. Mejora la digestión y contiene vitaminas C, K, y minerales como hierro y potasio, esenciales para el buen funcionamiento del organismo.

Repollo morado

Sal (mejor si es alguna sal no yodada ni fluorada)

Agua filtrada sin cloro

Frasco de vidrio con tapa

Bolsa de plástico resellable

Prepara el repollo:

Reserva una hoja entera de repollo morado; la usaremos más adelante. Con el resto del repollo, rállalo en tiras delgadas usando un rallador o mandolina, o bien rebanadas  con cuchillo en tiras de aproximadamente 1 cm de grosor.

Calcula la sal: Pesa el repollo rallado y calcula el 2 % de su peso. Para ello, multiplica el peso por 0.02. Coloca el repollo y la sal en un tazón amplio.

Masajea el repollo con la sal durante 5 minutos hasta que comience a soltar líquido y cambie su consistencia.

Coloca la mezcla en el frasco de vidrio, presionando bien para eliminar cualquier burbuja de aire. Repite este proceso hasta llenar el frasco, asegurándote de que todo quede bien compacto.

Agrega el líquido que exprimiste al frasco hasta cubrir completamente la mezcla. Si el líquido no es suficiente, agrega agua filtrada hasta cubrir.

Luego, coloca encima del repollo una bolsa de plástico llena de agua para actuar como pesa, con el fin de evitar que ingrese aire.

Guarda el frasco en un lugar lejos de la luz directa. Deja fermentar de 3 a 5 días, pero abre todos los días por un momento el frasco para desgasificar.

Para saber si está listo, prueba un poco cada día. Al principio será muy salado, pero con el tiempo se irá volviendo más ácido. Cuando el sabor te guste, tapa el frasco y guárdalo en el refrigerador. Así conservado, durará hasta un año.

Importante

No reduzcas la cantidad de sal. Es esencial para una fermentación segura.

Usa siempre sal no yodada ni fluorada y agua filtrada sin cloro para evitar problemas durante el proceso.

Hongo negro o mal olor: Si observas hongo negro o un olor desagradable, descarta todo el contenido. Esto puede suceder por contaminación o una temperatura inadecuada durante la fermentación.