Cultura y ocio
La felicidad escondida
Un poco antes de que la humanidad existiera, se reunieron varios duendecillos para hacer una travesura
Uno de ellos dijo:
-Debemos quitarles algo a los seres humanos… pero ¿qué? Después de mucho pensar, otro dijo:
-¡Ya sé!… Vamos a quitarles la felicidad. El problema es donde esconderla para que no puedan encontrarla. Propuso el primero:
-Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo.
-No, recuerda que tienen fuerza; alguno podría subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán dónde está – replicó otro. Se escuchó una nueva propuesta:
-Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar. Otro de los duendes señaló:
-No, no olvides que son curiosos, alguno podría construir un aparato para bajar, y entonces la encontrarán.
-Escondámosla en un planeta bien lejano de la tierra – propuso otro.
-No – le dijeron. Recuerda que les dieron inteligencia, y un día alguno va a construir una nave para viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad.
El más astuto y viejo, que había permanecido en silencio escuchando atentamente a cada una de las propuestas, dijo:
-Creo saber dónde ponerla para que nunca la encuentren… Todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono:
-¿Dónde? -La esconderemos dentro de ellos mismos. Estarán tan ocupados buscándole afuera que nunca la encontrarán… Todos estuvieron de acuerdo y desde ese entonces ha sido así…
Busca en tu interior
Llevamos la felicidad escondida dentro de nosotros mismos. Muchas son las cosas que nos ayudan a estar contentos, alegres, a divertirnos y esto sin lugar a duda contribuye a hacernos sentir lo que llamamos felicidad.
Pero el secreto de la felicidad no depende de algo externo, sino que surge de nuestro interior y es capaz de contaminar el mundo externo y la forma en la que lo percibimos. Si nos aceptamos y estamos en paz con nosotros mismos, podremos afrontar las dificultades con un talante más positivo. Ser capaces de vivir el hoy como ese regalo que ayer no teníamos y disfrutarlo sin estar quejándonos de lo que nos falta.
Puedes encontrar la felicidad, al maravillarte acerca de lo complejo que es, que hoy estés vivo.
-Debemos quitarles algo a los seres humanos… pero ¿qué? Después de mucho pensar, otro dijo:
-¡Ya sé!… Vamos a quitarles la felicidad. El problema es donde esconderla para que no puedan encontrarla. Propuso el primero:
-Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo.
-No, recuerda que tienen fuerza; alguno podría subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán dónde está – replicó otro. Se escuchó una nueva propuesta:
-Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar. Otro de los duendes señaló:
-No, no olvides que son curiosos, alguno podría construir un aparato para bajar, y entonces la encontrarán.
-Escondámosla en un planeta bien lejano de la tierra – propuso otro.
-No – le dijeron. Recuerda que les dieron inteligencia, y un día alguno va a construir una nave para viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad.
El más astuto y viejo, que había permanecido en silencio escuchando atentamente a cada una de las propuestas, dijo:
-Creo saber dónde ponerla para que nunca la encuentren… Todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono:
-¿Dónde? -La esconderemos dentro de ellos mismos. Estarán tan ocupados buscándole afuera que nunca la encontrarán… Todos estuvieron de acuerdo y desde ese entonces ha sido así…
Busca en tu interior
Llevamos la felicidad escondida dentro de nosotros mismos. Muchas son las cosas que nos ayudan a estar contentos, alegres, a divertirnos y esto sin lugar a duda contribuye a hacernos sentir lo que llamamos felicidad.
Pero el secreto de la felicidad no depende de algo externo, sino que surge de nuestro interior y es capaz de contaminar el mundo externo y la forma en la que lo percibimos. Si nos aceptamos y estamos en paz con nosotros mismos, podremos afrontar las dificultades con un talante más positivo. Ser capaces de vivir el hoy como ese regalo que ayer no teníamos y disfrutarlo sin estar quejándonos de lo que nos falta.
Puedes encontrar la felicidad, al maravillarte acerca de lo complejo que es, que hoy estés vivo.